Tras unas fechas vienen las siguientes, se dejan atrás las pasadas, y se sigue el ciclo...
A punto de terminar las de este año 2014, sigue sin salir de mi de forma natural ese "feliz navidad" que algunas veces he logrado esbozar de forma espontanea pero caduca, sumido en el sopor tan placido de la inocencia, de la tranquilidad, de la dejadez racional...
No me sale una vez que he abierto mis ojos a una realidad que ya no va a volver atrás en el pasado ni va a cambiar en el futuro, tan solo hacerla llevadera en el presente, y hacerlo siendo congruente, siendo consecuente, siendo honesto conmigo mismo.
No me sale sonreir bajo el prisma de la aceptación y del gozo por lo existente en mi vida. No me sale disfrutar del mismo sentimiento de un antaño lejano acerca de lo que debe regir nuestros destinos y presentes, nuestro dia a dia, y mas sabiendo sin ningún lugar a dudas que el año que comienza se vera regado y plagado de las mismas circunstancias que bañan este que acaba y con la posibilidad nada lejana de que empeoren y se tiñan de un gris mas frio y amargo. Y peor aun, con un vástago que crece y se desarrolla por si mismo, un hijo carne de mi carne que hace que lo que siento por cualquier niño de este mundo se multiplique exponencialmente al tratarse del mio propio. El saber que lo que a mi me rodea mas tarde o mas temprano le va a salpicar a el igual que a todos. Lo único que les salva a los demás y puede que a el lo haga también es el vivir bajo el paraguas de la ignorancia, de la inocencia, de la inmadurez frente al comportamiento humano.
En fin, no me sale felicitar, tan solo esbozar una sonrisa y un "igualmente" mas diplomático, educado y social que sincero y compartido. Una vez que ves el alma del mundo es difícil creer que lo que se dice, lo que se piensa e incluso lo que se hace en solo un par de semanas al año vaya a extenderse mas alla a lo largo del resto de días que componen ese calendario que vivimos. Y eso que soy objetivo al darme cuenta de la cantidad de pequeñas acciones que ya son una realidad para hacer que las cosas cambien a mejor, pero tan diseminadas y permitidas por quienes ostentan el trono de la fuerza y el poder que aun no han chocado frontalmente como para que haya verdadero y lastimoso enfrentamiento. En realidad es lo único reconfortante, el respaldar mi propia vida y acciones con ese mensaje que deseo transmitir a mi hijo tomando como ejemplos ajenos los pocos que hacen lo que han de hacer para combatir la estupidez de este mundo.
Pero si me sale dar gracias, y sinceras, a quienes me han ayudado, aunque no apoyado, a los que siguen a mi lado dándome cobertura para seguir luchando e incluso a los mal nacidos que me han hecho despertar de ese letargo que un dia vivía como hace el resto y me han hecho luchar en lo que creo y en lo que quiero para mi mismo y para los mios, y por ende, para el resto. Y por supuesto a quienes han compartido conmigo desde si mismos el mismo camino que he elegido entre las opciones existentes, no el mas dulce, sino el menos amargo.
Gracias si me salen, y son obligadas además. Felicidades ya no, alegrías, sonrisas y besos tampoco. Y es una pena no poder disfrutar de esas pequeñas cosas pero hacerlo con un trasfondo de hipocresía, o peor aun, de sinceridad pasajera que solo se mantiene en estas fechas, pues no, sinceramente no.
Me queda seguir maravillándome de lo vasto y hermoso del universo, del cosmos, de la existencia de vida en cualquiera de sus formas, maravillarme de respirar y ver y oler y sentir...es lo único que me da un sincero agradecimiento por seguir vivo y presente en este planeta.
Asi que , a todos y por todo, gracias....e "igualmente".
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